El Cirio Pascual es ya desde los primeros siglos uno de los símbolos más expresivos de la Vigilia. En medio de la oscuridad (toda la celebración se hace de noche y empieza con las luces apagadas), de una hoguera previamente preparada se enciende el Cirio, que tiene una inscripción en forma de cruz, acompañada de la fecha del año y de las letras Alfa y Omega, la primera y la última del alfabeto griego, para indicar que la Pascua del Señor Jesús, principio y fin del tiempo y de la eternidad, nos alcanza con fuerza nueva en el año concreto que vivimos. Al Cirio Pascual se le incrusta en la cera cinco granos de incienso, simbolizando las cinco llagas santas u gloriosas del Señor en la Cruz.
En la procesión de entrada de la Vigilia se canta por tres veces la aclamación al Cristo: "Luz de cristo. Demos gracias a Dios", mientras progresivamente se van encendiendo los cirios de los presentes y las luces de la iglesia. Luego se coloca el cirio en la columna o candelabro que va a ser su soporte, y se proclama en torno a él, después de incensarlo, el solemne Pregón Pascual.
Además del simbolismo de la luz, el Cirio Pascual tiene también el de la ofrenda, como cera que se gesta en honor de Dios, esparciendo su Luz: "acepta, Padre Santo, el sacrificio vespertino de esta llama, que la santa Iglesia te ofrece en la solemne ofrenda de este cirio, obra de las abejas. Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, ardiendo en llama viva para gloria de Dios... Te rogamos que este Cirio, consagrado a tu nombre, para destruir la oscuridad de esta noche".
El Cirio Pascual estará encendido en todas las celebraciones durante las siete semanas de la cincuentena pascual, al lado del ambón de la Palabra, hasta la tarde del domingo de Pentecostés. Una vez concluido el tiempo Pascual, conviene que el Cirio se conserve dignamente en el baptisterio. El Cirio Pascual también se usa durante los bautizos y en las exequias, es decir al principio y el término de la vida temporal, para simbolizar que un cristiano participa de la luz de Cristo a lo largo de todo su camino terreno, como garantía de su definitiva incorporación a Luz de la vida eterna.
Algunas fotos Semana Santa 2010:
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Año Litúrgico: De Navidad hasta Pascua...
Se llama Año Litúrgico o año cristiano al tiempo que media entre las primeras vísperas de Adviento y la hora nona de la última semana del tiempo ordinario, durante el cual la Iglesia celebra el entero misterio de Cristo, desde su nacimiento hasta su última y definitiva venida, llamada la Parusía. Por tanto, el año litúrgico es una realidad salvífica, es decir, recorriéndolo con fe y amor, Dios sale a nuestro paso ofreciéndonos la salvación a través de su Hijo Jesucristo, único Mediador entre Dios y los hombres.
En la carta apostólica del papa Juan Pablo II con motivo del cuadragésimo aniversario de la constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia, del 4 de diciembre de 2003, nos dice que el año litúrgico es “camino a través del cual la Iglesia hace memoria del misterio pascual de Cristo y lo revive” (n.3).
El Año Litúrgico tiene dos funciones o finalidades:
a) Una finalidad catequética: quiere enseñarnos los varios misterios de Cristo: Navidad, Epifanía, Muerte, Resurrección, Ascensión, etc. El año litúrgico celebra el misterio de la salvación en las sucesivas etapas del misterio del amor de Dios, cumplido en Cristo.
b) Una finalidad salvífica: es decir, en cada momento del año litúrgico se nos otorga la gracia especifica de ese misterio que vivimos: la gracia de la esperanza cristiana y la conversión del corazón para el Adviento; la gracia del gozo íntimo de la salvación en la Navidad; la gracia de la penitencia y la conversión en la Cuaresma; el triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte en la Pascua; el coraje y la valentía el día de Pentecostés para salir a evangelizar, la gracia de la esperanza serena, de la honestidad en la vida de cada día y la donación al prójimo en el Tiempo Ordinario, etc. Nos apropiamos los frutos que nos trae aquí y ahora Cristo para nuestra salvación y progreso en la santidad y nos prepara para su venida gloriosa o Parusía.
En lenguaje más simple: el Año Litúrgico honra religiosamente los aniversarios de los hechos históricos de nuestra salvación, ofrecidos por Dios, para actualizarlos y convertirlos, bajo la acción del Espíritu Santo, en fuente de gracia divina, aliento y fuerza para nosotros:
En Navidad Se conmemora el nacimiento de Jesús en la Iglesia, en el mundo y en nuestro corazón, trayéndonos una vez más la salvación, la paz, el amor que trajo hace más de dos mil años. Nos apropiamos de los mismos efectos salvíficos, en la fe y desde la fe. Basta tener el alma bien limpia y purificada, como nos recomendaba san Juan Bautista durante el Adviento.
En la Pascua Se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús, sacándonos de las tinieblas del pecado a la claridad de la luz. Y nosotros mismos morimos junto con Él, para resucitar a una nueva vida, llena de entusiasmo y gozo, de fe y confianza, comprometida en el apostolado.
En Pentecostés Se conmemora la venida del Espíritu Santo, para santificar, guiar y fortalecer a su Iglesia y a cada uno de nosotros. Vuelva a renovar en nosotros el ansia misionera y nos lanza a llevar el mensaje de Cristo con la valentía y arrojo de los primeros apóstoles y discípulos de Jesús.
Gracias al Año Litúrgico, las aguas de la redención nos cubren, nos limpian, nos refrescan, nos sanan, nos curan, aquí y ahora. Continuamente nos estamos bañando en las fuentes de la salvación. Y esto se logra a través de los sacramentos. Es en ellos donde celebramos y actualizamos el misterio de Cristo. Los sacramentos son los canales, a través de los cuales Dios nos da a sorber el agua viva y refrescante de la salvación que brota del costado abierto de Cristo.
Podemos decir en verdad que cada día, cada semana, cada mes vienen santificados con las celebraciones del Año Litúrgico.
La Parroquia San Marcos trabajando por los damnificados
Jóvenes y adultos de la Comunidad Parroquial, se movilizaron para recolectar ayuda para los damnificados por el terremoto del Mes de Febrero. En el sector de lo Espina a cargo de los Jóvenes de la Parroquia, en la Sede con la Pastoral Social, en la Villa Kennedy por medio de la Junta de Vecinos y en San Juan Bautista a cargo del Grupo Sagrado Corazón. Visitando las casas o recibiendo la ayuda en los mismos centros de recolección. Se han llenado 2 camiones y 6 camionetas de colaboraciones entre mercaderia, ropa de cama y utiles de aseo. Se distribuyeron entre los afectados en la provincia del Maipo vía Pastoral Social Obispado de San Bernardo, Iloca vía transporte particular familia Vial y Boyeruca vía Municipio.http://www.facebook.com/album.php?aid=2056802&id=1157234048&l=f5f76503b6
Parroquia celebró Mes de la Patria
En nuestra Parroquia como en todo el país, la comunidad cristiana dió gracias al Señor por los dones con que bendice a nuestra patria.
En la Parroquia San Marcos el día 17 se desarrolló una muestra costumbrista, con platos, juegos tradicionales, competencia de Cueca y presentaciones folkloricas de diversos grupos locales y de la misma Parroquia.
El día 18 se celebró la Misa de Acción de Gracias en Honor de la Virgen del Carmen y a continuación en el frontis del Templo se realizó el Acto en Honor al Pabellon Patrio, con el canto del Himno Nacional y unos pies de cueca.
El mismo día, en la Iglesia Catedral, nuestro Obispo celebró el Te Deum Católico. En su homilía el Sr. Obispo abordó 4 temas principales que fueron la Memoria agradecida; El desarrollo nacional: proyecto vocacional fundado en el amor a Dios y al prójimo; La Patria anhelada y sus desafíos ; y Chile: una mesa para todos.
Se inició Taller Bíblico Parroquial
Un total de 20 feligreses de la Parroquia San Marcos se reunieron el Lunes 7 para participar, durante los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre del Taller Bíblico que dirigen nuestro Párroco y Don Marcelino Fuentes, Catequista de la Pastoral Pre-matrimonial y licenciado en Teología (UC).
El taller responde a la solicitud de nuestro Obispo Diocesano, por medio de su Carta Pastoral, convocatoria a la Misión Continental y a las recomendaciones de S.S. Benedicto XVI especialmente hechas en el Encuentro de Aparecida.
El Santo Padre, ya en el año 2007 decía en su catequesis de los días miércoles: "Acercarse a los textos bíblicos, sobre todo al Nuevo Testamento, es esencial para el creyente, pues «ignorar la Escritura es ignorar a Cristo», explicó el Papa recordando una celebre frase di Jerónimo, citada por el Concilio Vaticano II nella Costituzione «Dei Verbum».«Enamorado» de la Palabra de Dios, Jerónimo se preguntaba: «¿Cómo es posible vivir sin la ciencia de las Escrituras, a través de las cuales se aprende a conocer al mismo Cristo, que es la vida de los creyentes?», recordó el obispo de Roma. "
El taller responde a la solicitud de nuestro Obispo Diocesano, por medio de su Carta Pastoral, convocatoria a la Misión Continental y a las recomendaciones de S.S. Benedicto XVI especialmente hechas en el Encuentro de Aparecida.
El Santo Padre, ya en el año 2007 decía en su catequesis de los días miércoles: "Acercarse a los textos bíblicos, sobre todo al Nuevo Testamento, es esencial para el creyente, pues «ignorar la Escritura es ignorar a Cristo», explicó el Papa recordando una celebre frase di Jerónimo, citada por el Concilio Vaticano II nella Costituzione «Dei Verbum».«Enamorado» de la Palabra de Dios, Jerónimo se preguntaba: «¿Cómo es posible vivir sin la ciencia de las Escrituras, a través de las cuales se aprende a conocer al mismo Cristo, que es la vida de los creyentes?», recordó el obispo de Roma. "
Jornadas de Nazareth para las Familias
El Domingo 6 de Septiembre se celebró la Reunión de la Jornada de Nazareth para las Familias, con nuestro Párroco, Asesor del Movimiento en San Bernardo, a fin de coordinar el desarrollo de la Misión Continental dentro del espíritu del movimiento, según las indicaciones de nuestro Obispo Diocesano y elaborar un posible programa de actividades entre las que se encuentra una nueva Jornada para matrimonios para el mes de Noviembre.
LAS JORNADAS DE NAZARETH PARA LA FAMILIA, ES UN MOVIMIENTO AL SERVICIO DEL SEÑOR CUYA MISION ES DE FORTALECER EL MATRIMONIO Y SUS AMBIENTES CONNATURALES A TRAVES DE JORNADAS, TALLERES Y RETIROS ESPIRITUALES Y POR MEDIOS DE CHARLAS Y TESTIMONIOS PERSONALES ENTREGADOS A DIVERSOS MATRIMONIOS, PARA QUE ENCUENTREN LA LUZ VERDADERA EN JESUS Y SU IGLESIA.
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